Porque lo que para algunos puede ser diversión, para otros puede significar miedo, angustia o sufrimiento.
En Misiones, los municipios cuentan con ordenanzas que regulan o prohíben el uso y la venta de pirotecnia sonora. En ese marco, la Policía de Misiones trabaja de manera articulada con los gobiernos locales, realizando controles en los puntos de comercialización y velando por el cumplimiento de la normativa vigente.
Sin embargo, más allá de las leyes y las ordenanzas, hay una decisión que es personal y colectiva: pensar en el otro.
Los estruendos afectan especialmente a niños, personas mayores, personas neurodivergentes y animales, que padecen desorientación, estrés y miedo.
La Navidad nos recuerda el nacimiento de Jesús y un mensaje que atraviesa el tiempo: ser prójimos, cuidar al otro, incluso cuando eso implica resignar algo propio.
Celebrar sin pirotecnia no quita alegría; suma empatía y cuidado.





