El Gobierno nacional intervino en el conflicto con los controladores de tránsito aéreo y dejó sin efecto el paro que amenazaba vuelos en vísperas de Navidad y Año Nuevo. La Secretaría de Trabajo de la Nación dictó la conciliación obligatoria y frenó las medidas de fuerza previstas en aeropuertos de todo el país.
La decisión fue confirmada por fuentes de la Empresa Argentina de Navegación Aérea, EANA, que establecieron el cese inmediato de las acciones gremiales. De este modo, el sistema de navegación aérea vuelve a operar con normalidad mientras se abre una instancia formal de negociación.

Desde el punto de vista operativo, la medida garantiza el funcionamiento pleno del servicio esencial de control aéreo. Los vuelos de cabotaje e internacionales mantienen sus cronogramas habituales, lo que despeja la incertidumbre para miles de pasajeros en plena temporada alta.
El conflicto enfrenta a ATEPSA, el gremio que nuclea a los controladores de tránsito aéreo, con EANA, y tiene un origen estrictamente salarial. Los trabajadores reclaman una recomposición de ingresos acorde a la inflación y denuncian una pérdida sostenida del poder adquisitivo durante el año.
Ante la falta de acuerdo en las mesas paritarias, el sindicato decidió escalar el reclamo mediante medidas de acción gremial. No se trató de un paro total, sino de interrupciones intermitentes en la operatoria aérea, una modalidad que impactó en la salida de vuelos.

Durante esas franjas, los controladores suspendieron autorizaciones de despegue, aunque garantizaron aterrizajes y la atención de vuelos sanitarios o de emergencia. El esquema buscó mantener condiciones mínimas de seguridad operacional mientras se sostenía el reclamo.
Desde el plano legal, la conciliación obligatoria retrotrae el conflicto a su estado previo y obliga a ATEPSA a levantar todas las medidas de fuerza. Al mismo tiempo, exige a EANA abstenerse de sanciones y sentarse a negociar de buena fe.
Con esta resolución se abre un período de 15 días hábiles de negociación forzosa bajo supervisión de la Secretaría de Trabajo. El objetivo es alcanzar un acuerdo salarial sin afectar a los pasajeros ni al funcionamiento del sistema aéreo nacional.




