Misiones tiene una frontera de 2.130 kilómetros compartida con Brasil y Paraguay. En estas zonas, la Policía Argentina registró un aumento del 913% en las incautaciones de soja ilegal. Según datos del Ministerio de Seguridad argentino, El Soberbio (AR), en la frontera con Tiradentes do Sul (BR), es la región donde el contrabando de granos es más evidente.

“En los últimos años, el número de decomisos de soja de contrabando desde Argentina, que ingresa ilegalmente a nuestra región, ha crecido considerablemente. Detrás de estos temores está el aumento del volumen de granos que ingresan diariamente a Brasil y se venden en las cerealeras como si se produjeran aquí” publicó el portal Sistema Provincia de Teniente Portela (RS) Brasil.

El informe detalla que la soja de contrabando se convirtió en un mercado para los argentinos. Con la devaluación del Peso Argentino en relación al Real, el contrabando de soja terminó convirtiéndose en un mercado paralelo dentro de la economía argentina, al punto que el gobierno del vecino país creó una tributación diferenciada para la soja que circula en la Provincia de Misiones, que limita con nuestra región.

Aun sin tener industria sojera, Misiones se ha convertido en una ruta de transporte de la oleaginosa desde varias provincias. Propiedades que antes producían tabaco, que era uno de los principales cultivos de la región, se están transformando en depósitos de granos. Los tabacaleros rurales están abandonando la actividad para dedicarse a la soja, que luego se dirigirá a Brasil.

Mercado de trabajo

Trabajadores manuales, que antes tenían pocas oportunidades en una zona de extrema pobreza del país, encuentran en la actividad una ocupación. Un empleado que trabaja en la carga, descarga y embolsado de granos gana en promedio R$ 100 por día, mucho más de lo que se paga por cualquier otro trabajo en el mercado formal de El Soberbio. Los llamados jangadeiros, que hacen el cruce de los granos, también reciben alrededor de R$ 120 diarios, para hacer hasta cinco cruces en un día.

En los almacenes, la soja se embolsa y luego se carga en camiones más pequeños y rápidos para llevarla a puertos clandestinos, donde se cargará en balsas y se cruzará hacia el lado brasileño. Las propias autoridades argentinas reconocen que el contrabando de soja es ahora una de las principales actividades económicas de El Soberbio. Aún sin datos oficiales, una fuente informó que el contrabando emplea a más personas que todas las demás actividades económicas en el municipio del vecino país.

La rentabilidad de la actividad es tal que el gobierno argentino ha notado un aumento anormal en el número de empresas que trabajan con caminos y movimientos de tierra. Estas empresas son contratadas para reparar los caminos y abrir nuevos por donde se transportarán los granos que serán enviados a Brasil.

Un saco de soja vendido en Argentina vale entre 30 y 40 reales en moneda local. Al llegar al lado brasileño, ese mismo saco de soja se vende por alrededor de 100 reales, es decir, hasta 3 veces más. Incluso con los costos involucrados, el negocio mueve millones de reales, ya que la actividad es casi constante.

La dificultad de la Policía Argentina se concentra en la legislación vigente. La soja solo puede ser incautada cuando está en el puerto clandestino, lista para ser transportada. Antes de eso, no hay ilegalidad en la actividad. Las autoridades dicen que solo en la región de El Soberbio, hay más de 100 puntos de cruce que se utilizan para transportar soja.

Curiosamente, los contrabandistas que estaban involucrados en el contrabando de vino, cigarrillos y otros materiales a Brasil están cambiando al contrabando de soja, ya que la rentabilidad es igual de buena y el riesgo es mucho menor.

La Policía Federal Argentina investiga varios casos relacionados con el contrabando de soja. En los casos más graves, incluso hay acusaciones contra autoridades que recibirían sobornos para hacer la vista gorda ante actividades ilegales. Un juez que trabajaba en la región de Misiones fue denunciado por el Ministerio Público. Fue grabado en una intervención telefónica de la policía aceptando R$ 2.000 para facilitar el contrabando.

Una vez que cruza la orilla, la soja es adulterada con facturas de productores brasileños y vendida a cooperativas y productores de cereales como si hubiera sido producida en Rio Grande do Sul, a precio de mercado, es decir, a la cotización de este jueves, 03, R $136.00. El monto pagado aquí en Brasil termina influyendo en todo el negocio.

Los documentos falsos son proporcionados por productores que están directamente involucrados en el contrabando, así como por otros que los venden los billetes. La Receita Federal de Brasil ya detectó casos de productores que tenían un alto volumen de ventas de granos sin haber comprado semillas ni insumos. En otros casos, los productores emitieron tantas notas falsas que se reportó que la productividad de sus tierras era de 250 sacos de soja por hectárea.

Es tan significativa la cantidad de soja que ingresa a la región desde Argentina que, en 2020, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística estimó la producción de Tiradentes do Sul en 7 mil toneladas, sin embargo, la emisión de billetes en el municipio fue de 42 mil toneladas. de soja.

Una fuente de Ingresos Federales con la que hablamos dijo que hay mucha gente importante e incluso políticos en la región que se benefician del contrabando de soya. También afirmó que hay muchas dificultades para armar una causa contra estas personas, ya que es difícil vincular a los flagrantes con los “dueños” de la carga.

Irónicamente, como esa soja se “calienta” en el mercado brasileño y se vende dentro de la tributación del país, termina aumentando los ingresos de los municipios de donde se emiten los billetes, como es el caso de Tiradentes do Sul.

Fuente: Jonas Martins /Clicportela.com. br / Fuente: Diario Provincia