El Parlamento misionero sancionó una Ley que busca promocionar la producción de mieles según su origen botánico y otra normativa que fomenta el consumo de miel de abeja en todas sus variedades. Además, la Cámara de Representantes creó el Sistema de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas y el Protocolo de Consumo Inteligente, Eficiente y Responsable de la Energía Eléctrica.

Este jueves se llevó a cabo la 8° sesión ordinaria del ciclo legislativo 2022 de la Cámara de Representantes. Los diputados misioneros trataron diversos temas, entre los más significativos se destacan el fuerte impulso a las mieles y a la actividad apícola provincial, el cuidado de las cuencas hidrográficas misioneras y la implementación de un protocolo de consumo inteligente de la energía eléctrica.

El pleno de la Cámara dio continuidad a lo sancionado 7 días atrás respecto al cuidado de las abejas (manejo sustentable de las abejas nativas, protección y alimentación de las mismas) y sancionó dos leyes relacionadas con la miel producida por apicultores locales.

En primer lugar, se dio luz verde a un proyecto del titular del Parlamento, Ing. Carlos Rovira, que busca promocionar la producción de mieles según su origen botánico. Dependiendo del sedimento presente en las mieles, puede ser de dos tipos, miel de néctar de flores donde predomina el polen de plantas nectaríferas y miel de mielada o miel de bosque, que procede principalmente de secreciones o exudaciones de otras partes vivas de las plantas o de los exudados de insectos que están presentes sobre de ellas.

Este proyecto crea una comisión asesora, que integra el sector productivo, dicha mesa además de asesorar tiene como misión proponer estrategias y líneas de acción a la autoridad de aplicación y generar programas.

También un punto importante es la certificación y diferenciación de los orígenes botánicos en la etiqueta del producto, que sin lugar a duda genera otro impacto en la sociedad y el consumidor puede elegir según sus beneficios y sabores. Por ello, se instituye la semana de la miel durante la tercera semana de mayo de cada año, con el objetivo de la promoción y difusión de las variedades de mieles según su origen botánico y beneficios de las mismas.

La promoción de la producción de mieles de diferenciación botánica se plantea los siguientes objetivos como el de Promover el desarrollo de la producción de variedades de mieles de acuerdo a la alimentación de las abejas, dar a conocer a la sociedad en general sobre las variedades multiflorales y monoflorales, de acuerdo a sus sabores, colores y beneficios de las mieles, fomentar la generación de actividades de diversificación productiva incorporando la apicultura como una actividad noble, generar acciones tendientes a incrementar la calidad de las mieles obtenidas, ofrecer al mercado y consumidores, las diversas mieles obtenidas de diferentes especies florales, agregando valor a los productos misioneros, capacitación y asesoramiento sobre dichas variedades y sobre buenas prácticas agropecuarias para el mejor desenvolvimiento de los productores, garantizar el abastecimiento continuo a los mercados consumidores

En el mismo sentido, los legisladores avanzaron con un proyecto de Ley que dispone la obligatoriedad de la disposición de recipientes con miel de abeja producida por apicultores misioneros en restaurantes, bares y establecimientos gastronómicos públicos o privados donde se expendan bebidas o infusiones susceptibles de endulzar.

Asimismo, el Poder Ejecutivo Provincial debe incluir en todos los procesos de compras y/o prestación de servicios destinados a establecimientos educativos, penitenciarios, centros de salud, oficinas públicas y demás establecimientos en los que se provea servicio de desayuno, merienda o infusiones a su cargo, la compra de miel de abeja natural sin aditivos, conservantes, ni diluyentes a apicultores de la Provincia de Misiones para su distribución en

los mismos. También los comercios en general, herboristerías y farmacias que venden los productos que son elaborados por las abejas, a saber, miel, propóleos, jalea real, polen, cera, veneno de abeja o apitoxina y que los mismos se emplean para la elaboración de velas, hidromiel, vinagre de miel, caramelos de miel, productos cosméticos, el 50% de los mencionados productos que se ofrecen al consumidor deben ser los producidos por los productores locales.